Última noche en Venecia

¡Última pizza en Venecia! ... cenamos como siempre Pizza Al Volo (es demasiado buena) sentadas en la Plaza Margherita, frente al hostel, disfrutando la noche y el ambiente en la Plaza. Un mexicano extraviado con la dirección que buscaba se nos acercó, no le pudimos ayudar mucho pero al menos hablábamos español, ya estaba cerca, solo debía encontrar el número correspondiente ... nos recordó nuestra llegada a Venecia tres días atrás, igual de perdidas.

Regresamos a la habitación para empacar, bañarnos por adelantado ya que salíamos al día siguiente a 5am, al menos Pili y yo opinábamos así, Vic por su parte prefería madrugar aún más y bañarse en la mañana.

Esa noche de nuevo, por tercera vez consecutiva, teníamos diferentes compañeras de habitación, parece que Venecia tiene mucho movimiento de jóvenes europeos; esta vez un par de alemanas, una muy simpática que nos estuvo hablando un poco y la otra un tanto amargada pero cero inhibiciones, ya que se cambió de ropa con la puerta abierta mientras afuera habían dos muchachos que conversaban haciendo fila para esperar el baño, y luego ella salió en camiseta y calzones, a callarlos porque no la dejaban dormir. Todo un espectáculo.

Tuvimos otro entretenimiento muy gracioso ... al salir del baño Pili se encontró con un pobre alemán que esperaba entrar, totalmente empapado de pies a cabeza, y ante el asombro Pili le consultó qué le había pasado: cayó al Gran Canal ... oh my gosh ... se agachó a lavarse las manos en un borde y perdió el equilibrio, no lo podíamos creer, fue muy chistoso, bueno al menos para nosotras, a él no le hizo mucha gracia.

Había mucha gente en el jardín fuera del hostel, huéspedes, también haciendo bulla (en nuestra ventana) pero a las 10pm los sacan y deben ir a conversar a la Plaza. Menos mal, no vaya a ser que salga la alemana a callarlos.

Nos acostamos con la terrible realidad de levantarnos a las 5am al día siguiente (4am para Vic, ¡está loca!) y bueno, yo me dormí ya preparada con la ropa que iba a usar al día siguiente, solo me lavaría la cara a esas horas de la madrugada.