Bigglietto

Para andar en vaporetto debes tener tu 'bigglietto'. ¡Hasta rima!

Aunque los boletos de 24 horas para el vaporetto ya habían expirado, no pensábamos comprar otro (guardar el presupuesto ante todo), solo nos quedaban unas horas del resto de la tarde, que ya que al día siguiente partiríamos hacia nuestro siguiente destino ... Roma ... con una pequeña escala en Pisa.

Decidimos jugar la suerte y seguir usando el vaporetto "gratis", mientras nadie nos pidiera nuestro 'bigglietto'.

Al menos en tres días no habíamos visto a nadie que en realidad pidiera los boletos, pero para todo puede haber una primera vez y no nos llegó muy largo la suerte.

Una estación después haber abordado, observé un muchacho de camisa celeste que de pronto repetía: 'bigglietto, bigglietto' a las personas de la fila contigua, inmediatamente reaccioné y le di un codazo a Pili que estaba sentada a mi lado (quien por cierto se iba durmiendo y pensó que yo solo estaba molestándola con los codazos) y le retorcí los ojos a Vic que iba al frente, les dije que nos moviéramos al otro extremo del barco, al fondo, donde usualmente van los turistas tomando fotos del Gran Canal, en una especie de balcón al aire libre.

Pretendimos un rato ser turistas (bueno ... lo éramos) tomando fotos nosotras también en el balcón, aunque ya habíamos fotografiado practicamente todo, hasta que en la siguiente parada nos bajamos muy rápidamente y ya no nos atrevimos a volver a subir, proseguimos nuestro camino a pie ... ni modo.

Tomamos foto de un taxi, esos se llaman 'traguetos', son botes más pequeños y más privados, para pocas personas.