San Giovanni e Paolo

Martes 3 de Octubre 2006. Segundo día en Venecia.

Mi cara daba risa, amanecí con muchas picaduras de zancudo en todas partes, incluyendo mi cara, piernas y brazos, hasta en los párpados (y ¡ambos!). Eso no me hizo gracia, en lo absoluto, Vic estaba parecida pero eso no me consolaba. Tuve que ocultar los piquetes de la cara (unos 20 o más) con base de maquillaje, para sentirme un poco mejor.

Como siempre, Vic se levantó primero (gracias a Dios) para bañarse a las 6am, yo le seguía a las 7am y Pili, como de costumbre 7:45am se lavaba la cara, para ir todas a las 8am que empezaba el tiempo del desayuno en el hostel. Cereal con leche, café con un croissant (cangrejo) dulce o salado, suficiente para nosotras; ese día compartimos la mesa con unas australianas, parecían abuela y nieta, muy simpáticas, con las conversaciones usuales de viajeros en hosteles: de dónde somos, que lugares hemos visitado o cuáles visitaremos y por cuánto tiempo.

Esta vez nos costó mucho salir del hostel, ya que Pili necesitaba ir al baño luego del desayuno y era solo un baño para 4 habitaciones (con 6 camas cada uno) y luego de las 8am todo el mundo se estaba empezando a levantar; para no cansarlos con la historia, salimos casi a las 10am, ¡increíble! pero así fue. Ese es el precio de un lugar muy barato, la próxima vez preguntaré cuántos baños tienen.

Encontramos a nuestro paso algunos botes "simpáticos", unos con verduras, otros con mariscos, son como mercados flotantes, ya que la gente se acerca a comprar desde la acera, nos causa mucha gracia ya que no conocíamos este estilo de vida.

Tomamos el vaporeto "gratis", o sea, sin pagar, ya que nuestro tiquete había vencido y ahora debíamos buscar lugar dónde comprarlo nuevamente. Fuimos a la parada de Ca D'Oro y caminamos hasta Fondamenta Nove para tomar la ruta hacia la isla de Murano, frente a Venecia; no sin antes perdernos un rato caminando, fuimos a dar a la Iglesia de San Giovanni e Paolo, la cual estaba muy bonita, eso es excelente en esta ciudad, por todos lados hay algo bueno que ver, así que no hay problema en perderse un poco.

Compramos nuevamente nuestro tiquete para el vaporeto, esta vez optamos por uno turístico de 24 horas por 12€ y partimos hacia nuestra primer escala del día ... Murano.