Calles y más calles

Pizza !!! italiana! la mejor!

Al llegar a Venecia era cerca del medio día, por lo que dejamos nuestras cosas en la habitación y salimos, para encontrar almuerzo justo a la par del hostel, una pizzería que resultó muy buena, Al Volo, por 1.80€ compramos una super porción (1/4 de pizza) de sabor Margarita (queso y tomate, ¡me encanta!), la comimos en una banca de la plaza, Campo Santa Margherita, disfrutando de la tarde y el ambiente veneciano; rápidamente estuvimos de acuerdo en comer pizza todos los días durante nuestra estadía en la ciudad.

Estamos acostumbradas a comer pizza muy grasosa (no vuelvo a comprar Pizza H...) sin embargo ésta no lo era en absoluto, al terminar solo quedaban boronas de harina en las manos, que se sacuden y listo, nada de grasa, es increíble, eso sí es pizza de verdad, por algo será que es tan famosa la pizza y la pasta italiana, de la cual me considero una gran admiradora y consumidora. Ahora lo he comprobado, ¡adoro la comida italiana!!

Empezamos nuestra primer grata caminata, llevábamos un mapa que obtuvimos en el hostel pero aún así es imposible no perderse en esa infinidad de callecitas, puentes, pasadizos, plazas e iglesias; ya para ese momento del viaje yo era la guía oficial (aunque reconozco que era algo desubicada) que con mapa en mano indicaba el camino a seguir. También habían muchas tiendas a cada paso, que dificultaban la concentración en la ruta que pretendíamos, ingresábamos a curiosear a alguna tienda y al salir seguíamos viendo ventanas y entrando a otras, hasta que recordábamos buscar en dónde nos encontrábamos y verificar el mapa para seguir de nuevo el rumbo.

Si has estado en Venecia ya lo sabes, es imposible no perderse aún con un mapa bien detallado.