El Parque Guell


La Sagrada Familia

   Jueves 12 de Octubre, 2006.
Tercer día en Barcelona.




    




















Recorriendo Barcelona



Recorriendo Barcelona nos encontramos con un "Gatito" gigante, gordo y negro, una escultura famosa de Botero, que me encantó, me encantan los gatos y a pesar de su gran tamaño éste también me causa ternura; lamentablemente algún vago le pintó bigotes verdes ... no solo en Tiquicia hay "chapulines".

También pudimos caminar un poco y solo un poco, ya que es demasiado grande, en el 'Parc de la Ciutadella' (Parque de la Ciudadela), que al estilo de Botero se asemeja en lo gigantesco.

Según habíamos visto la información en Internet, este parque tiene más de 40 puntos de interés, así que habíamos seleccionado unos pocos; uno de ellos era una escultura famosa llamada 'La dama del Paraguas', sin embargo al llegar y empezar a recorrerlo, nos dimos cuenta que las distancias no eran tan pequeñas como parecían en el mapa, así que luego de caminar, caminar y caminar, desistimos de su búsqueda, y simplemente admiramos lo que íbamos teniendo al paso, hasta donde alcanzaron nuestras fuerzas.

Una de las bellezas que logramos admirar fue la fuente o cascada con el 'Carro de la Aurora' (de Rossend Nobas, 1899), que ciertamente nos encantó, fue diseñada por un profesor de Gaudí, quien al parecer colaboró como ayudante en esta obra. Tan grande que solo pudimos fotografiarla en toma panorámica.



En la Rambla, ingresamos el famoso 'Mercat de Sant Josep' mejor conocido como Mercado de la Boquería, uno de los sitios más turísticos de la ciudad y más fotografiado. Su orden es increíble, ya sea fruta o verdura, carne y pescado, todo tiene un orden supremo, acomodado en una forma tal que salta a la vista y el deseo de una fotografía es inevitable, y todos los puestos lucen ordenados (y son más de 300). Por mi parte elegí un puesto de dulces, chocolates y semillas, para la foto del recuerdo. Según nos dijeron, es el mercado más grande de toda España y con más afluencia de turismo.

También dimos una vuelta por el barrio gótico, con su arquitectura tan particular. Y no podía faltar probar algo nuevo, comida marroquí: un delicioso falafel, que es una croqueta de garbanzos con perejil y ajo. Era algo así como un cono gigante, que se podía rellenar estilo bufet, de lo que guste, con vegetales y carnes. Definitivamente lo incluimos en la lista de comidas favoritas.



Almorzamos en la Rambla del Mar (en el Muelle Espanya), compartiendo el pan con las gaviotas y pelícanos que revoloteaban sobre el agua en busca de peces, en un día gris, nublado y fresco, pero aún así ... un día de provecho para conocer la ciudad.





Luego de comprar algunos recuerdos en L'acuarium del mall Maremagnum (me encanta el sonido de esta palabra: Maremagnum), la Torre de Colón nos indicó dónde está América. Hacia ¡allá!:



Pili compró una gran serpiente (de tela) para su sobrina, lo cual me parecía locura; yo pensaba que iba a llenar su maleta solo con eso pero ella estaba muy feliz porque imaginaba la cara de Eva cuando la recibiera... cambié de opinión, ya no lo veía loco.

Conocimos una hermosa obra arquitectónica y hay un libro que lleva su nombre, la Catedral del Mar.






Las estatuas en Las Ramblas

Miércoles 11 de Octubre 2006.
Segundo día en Barcelona.







Uno de los primeros lugares que conocimos en Barcelona fueron sus famosas Ramblas, una larga y amplia avenida peatonal, que atraviesa el centro de la ciudad. Un sitio turístico de primera.


El boulevard por supuesto que estaba lleno de gente, turistas caminando lentamente y tomando fotos, con mucha paciencia mientras que otros, probablemente "citadinos" y ya acostumbrados al lugar, pasan muy de prisa... de fijo se nota la diferencia.


Y ya que éramos turistas... caminamos despacio... saboreando la vista, un panorama que no habíamos visto antes (ninguna de las 3) y no sabemos cuándo lo podremos volver a ver. Hay que disfrutar cada momento.


Nos llamó la atención una gran cantidad de personas que trabajan como 'estatuas vivientes' a lo largo de la calle, aprovechando la afluencia de visitantes.


Algunos con atuendos muy bien elaborados, atraen tu mirada al instante de percatarte que no son una estatua sino una persona inmóvil. Si les das dinero, se mueven un poco, hacen una reverencia o cambian de pose. Es divertido. En Roma vimos algunos pero tenían trajes más sencillos.


Según nos comentó Gil, nuestro "guía" durante la mañana, a estas personas no les es permitido trabajar más de 8 horas diarias, como una jornada laboral "normal", ya que pueden causarse algún daño por estar sin movimiento.


Imagino que es sencillo hacerlo por un corto período de tiempo pero realmente muy difícil si lo haces todo el día. Alguna vez, cuando estaba estudiando en la universidad, fui modelo de ventana o "maniquí", solo hay moverse despacio y mantener tu rostro serio, esa es la parte más complicada; practicábamos hacernos muecas unas a otras e intentar no reírnos. Pero bueno, no se puede comparar unos minutos en una sola pose con largas horas. Si te puedo garantizar que es entretenido.


El premio de originalidad se lo dimos a este tipo, sentado en un servicio sanitario, con su rollo de papel higiénico a la mano y sus pantalones en los tobillos, mientras lee tranquilamente su periódico. Imposible no reirse.











Mataró - Barcelona

Martes 10 de Octubre 2006.
Primer día en Barcelona.


Llegamos cerca del medio día al aeropuerto de Barcelona, donde nos esperaba Gil, un amigo de Caro (hermana de Pili, con quien viajamos), que amablemente nos va a hospedar. Es muy bueno saber que vamos a estar con alguien conocido y en una casa, ya es nuestra tercer semana de viaje, sexta ciudad que visitamos, y nos vamos cansando de los hosteles y la comida de "mochileros" (del supermercado).

Tomamos el tren camino a nuestro destino: Mataró, un municipio español junto al Mar Mediterráneo, que fue lo primero que disfrutamos de Cataluña, en un fresco, hermoso y claro día.

Debemos esperar hasta llegar a la última estación, lo cual nos facilita las cosas, ya que el resto de los días debemos regresar solas... sin extraviarnos.

Tratamos también de ir aprendiendo el camino entre la estación y la casa, pero nos entretuvimos haciendo unas compras y perdimos nuestra concentración en la ruta.

Gil y Rino, su compañero, nos recibieron con un almuerzo espectacular, simplemente exquisito... justo mi punto sobre la comida... ¿cómo compararlo con un sándwich?, hasta ¡ensalada!, que mi paladar llevaba todo el viaje sin probar, además de pan casero, quesito y vinito. Sin palabras.

Luego de descansar un poco, salimos a conocer el centro de Mataró e intentar de nuevo aprender la ruta hacia el tren. De nuevo, como en todo el viaje a excepción de París, faltan fotos; no tenemos fotos de este día, por un lamentable robo posterior al partir hacia Madrid.

Aún así, los mejores recuerdos no se borran, permanecen en la memoria de quien los vive.

La pasamos muy bien y de verdad que fue toda una sensación de comodidad estar hospedadas en una casa. También tuvimos cena y mañana prepararemos nuestro propio desayuno típico "a lo tico" con café y gallopinto con Salsa Lizano. De hecho le llevábamos Café Britt y Salsa Lizano (productos muy ticos) a Gil, quien es costarricense y tiene muchos años de vivir en Barcelona.