Caminando Venecia por última vez

Caminar, caminar, caminar.

Lo bueno de caminar y perderse en la infinidad de calles y puentes en Venecia, es que siempre encuentras lugares imprevistos que valen la pena. Así encontramos un pasadizo con ventas de máscaras de carnaval, típicas de los festivales venecianos, muy hermosas y con muchos diferentes diseños, super creativas. También encontramos una tienda donde nos pasaron a un CD todas las fotos de las cámaras digitales, muy útil.

Regresamos, caminando, a la Plaza de San Polo, para comprarme una camiseta roja que dice: 'Venezia', muy linda, además me encanta ese color, la había visto desde el primer día y como no encontré otra que me gustara más, regresé por esa.

Encontramos por ahí en un de los tantos puentes, una filmación, con trajes antiguos, seguramente alguna película se estaba produciendo, ¿sería de Hollywood con estrellas famosas? bueno, no lo supimos.

Intentamos seguir la ruta a la estación ferroviaria, para la mañana siguiente, ya que no íbamos a tener tiquete vigente para usar el vaporetto ... pero no lo logramos, nos extraviamos bastante y además, llevaríamos cargando el salveque y las maletas. Así que ... cambio de planes ... estuvimos practicando, dentro de la caminata, la ruta de salida para el día siguiente, del hostel al vaporetto, ya que teníamos poco tiempo y no podíamos darnos el lujo de perdernos en esa ocasión, salimos a las 5am.

Fuimos también al supermercado a comprar pan y queso para el desayuno del día siguiente, con un delicioso chocolate líquido de medio litro para mí (¿ya mencioné que salíamos a las 5am?). Había una cosa curiosa del "super" a lo que no estábamos acostumbradas: comprar la bolsa plástica y empacarse uno mismo las compras; la primera vez no compré la bolsa y casi se la "robo" a la siguiente cliente, pero entre el alboroto de la señora y la cajera, entendí el procedimiento.