Caminando Venecia

Caminar en Venecia es muy apacible, da una sensación de paz increíble, fue una experiencia que disfruté mucho y espero repetir.

Fuimos a Campo San Pantalón (un nombre bien curioso, podría llamarse Camisa, ja, ja), San Rocco y Frari.

En este último pagamos 2.5€ por ingresar a la iglesia, la Basílica Santa María Gloriosa del Frari, muy antigua, super grande, llena de capillas y monumentos a varios "Doges", los gobernantes de la ciudad.

Acá encontramos nuestra primera grata experiencia con los "gelatos", deliciosos helados artesanales italianos, a lo cual también decidimos que los comeríamos todos los días en Italia, al igual que la pizza, promesa que cumplimos fielmente; ese día saboreamos nuestro 'gelato' en la plaza de Frari, sentadas en unas gradas que daban a un canal, parecía como un atracadero de góndolas y 'traguettos' (unas lanchas pequeñas que funcionan como taxis, como las que salen en la película "The Italian Job").

Nos percatamos de la realidad que algunos mencionan, el nivel del agua está subiendo, ya hay un escalón bajo el agua.

Continuamos por San Polo, San Silvestro, caminamos sobre el Ponte di Rialto, el más famoso y grande puente del Gran Canal, símbolo de la ciudad, luego nos aventuramos en nuestra primer experiencia gratis (luego les detallo al respecto de este "gratis") en 'Vaporetto', el transporte público del Gran Canal, para ir hasta Plaza Roma, donde oficialmente empezaron las compras grandes de Pili y Vic.

También conocimos la oficina postal mientras Pili trataba de conseguir algunos sellos para su colección de filatelia.