Un tour muy original ... en Metro

Lo siguiente por la tarde fue subir al Metro y bajar en cada una de las estaciones, iniciando en la gran estación, la Termini, en la ruta A, hacia arriba (noroeste) ... Repubblica ... Barberini ... Spagna ... y Flaminio ...

Subíamos ... bajábamos ... caminábamos un poco (precisamente lo que estábamos tratando de evitar, debido al cansancio) y tomábamos fotos ... volvíamos a subir ... y volvíamos a bajar ... así continuamente en las 4 estaciones para sacarle el doble de provecho hoy al Metro que ayer no funcionó (y tuvimos que caminar prácticamente todo el día). Con nuestro pase podíamos subir cuantas veces quisiéramos, es muy funcional para viajeros de bajo presupuesto ... como nosotras.

En la primera estación, la Plaza de la República, tomamos bastante tiempo, es muy amplia, una fuente central con un semicírculo compuesto de 2 grandes edificaciones y del otro lado del semicírculo, la basílica Santa Maria degli Angeli, diseño original del famoso Michelangelo.

También por ahí se encuentran las Terme di Diocleziano, los baños más grandes del antiguo Imperio Romano, construidos 300 años después de Cristo (hace ¡tamaño rato!) donde cabían 3.000 personas ... ¿qué hacía tanta gente bañándose junta y en público? ... definitivamente no es de nuestro tiempo. Ah! y también vimos muchos gatos, por todas partes en esas ruinas habían gatos ... divinos (me encantan los gatos).

Siguiente estación: Barberini. Aquí está una de las fuentes reconocidas (porque fuentes abundan, por todas partes), la Fontana del Tritone, es muy concurrida ya que es el punto de unión de varias calles.

Luego: Spagna (España) ... con la Piazza Spagna, es la más famosa plaza en toda Roma. Y hay muchas tiendas de marca, algo así como la Quinta Avenida en Nueva York o los Campos Elíseos en París.

Aquí está la famosa 'scalinata' de la Santissima Trinità al Monte Pincio, conocida como la Trinità del Monti, una iglesia (del año 1502) con muchos, muchos escalones (135 según Wikipedia) para llegar a ella y una cantidad inimaginable de personas sentadas en ellos.

Se ve bastante alto ... lo pensamos y hablamos por un momento, ¿subimos todos esos escalones? ¿o no? ... al final lo hicimos, suponíamos que la vista era mejor desde arriba ... y así fue ... valió la pena, a pesar del cansancio, de llevar todo el día caminando, la emoción de conocer cosas nuevas y ver algo que nuestros ojos no conocen y jamás han visto antes, nos da algo de energía extra para resistir un poco más.

En la Plaza España también, justo enfrente de la Scalinata hay otra fuente (hay muchas en Roma) y es famosa (hay varias célebres), ésta es la Fontana della Barcaccia (en forma de barquito), obra de arte de Pietro Bernini de 1627.

Y muy cerca de ella la columna de la Inmaculada Concepción.

Subimos de nuevo al Metro y bajamos en la siguiente estación, Flaminio ... en la Piazzale Flaminio; en tiempos del Imperio la Vía Flaminia era una de las más importantes. Es una de las entradas a otra plaza muy grande (hay muchas plazas en Roma, al igual que en Venecia), la Piazza del Popolo, o sea, la Plaza del Pueblo (o ¿del populacho?, je, je). Una de las más conocidas en Roma. Se supone que fue construida con dinero del pueblo romano, de ahí su nombre.

Conocimos otra fuente, la del Tridente.

Está formada por 2 semicírculos, similar a la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Tiene edificaciones en su circunferencia y en el centro un gran obelisco dedicado a Ramsés II, del año 1.200 antes de Cristo (wuau!!!) que estuvo situada frente al Templo del Sol; fue traído de Egipto, cuando Roma lo conquistó. Es uno de los más antiguos y de los más altos en la ciudad, mide más de 30 mts. Por ahora está cubierto, por reparación y tiene una manta encima con una impresión del obelisco para que se pueda leer (al menos ver como es el original).

Acá nos tomamos un descanso, sentadas en la "piazza" observando al "pueblo" que la concurría y que era bastante. Tiene unas iglesias gemelas y también una vieja iglesia, la Santa Maria del Popolo.

Ya había oscurecido, así que al recuperar un tanto nuestras fuerzas, tomamos el Metro, de regreso hacia la Termini. Intentamos evitar el error del día anterior y salir de la estación por la calle Via Marsala, la correcta; sin embargo fue en vano la intención y volvimos a dar a la Piazza del Cinquecento, que de cariño llamamos "Chincuechento" y por lo tanto caminar extra para retomar la ruta hacia el hostel.

Lo último por hacer cada noche en Roma era la visita al Internet, cercano al hostel, donde utilizábamos nuestros 15 minutos gratis diariamente. El muchacho que lo atendía ya nos conoce, es nuestra tercer visita y continúa diciéndonos "costarriqueñas" y sabe que lo corregimos, entonces espera nuestra respuesta para intentar repetir "costarricense", pero no lo logra.

Tampoco encontré conectado a mi novio (parece que la nostalgia del primer día que chateamos ya le pasó) pero si estaban mi hermana Adri con mi papá, fue mejor así porque hablar con todos al mismo tiempo hubiera sido algo enredado para los preciados 15 minutos. Esta vez también aproveche la lavandería del Internet (buena combinación ¿eh?) para lavar mi ropa, ya que solo lo había hecho una vez en todo el viaje ... 2 pantalones y 3 camisetas ... mucha ropa interior y medias ... nada mal para mi pequeño salveque.