
La Sirenita atrapada en bronce posa desnuda sobre una piedra de granito, en la bahía de Copenhague, desde hace más de 100 años, cual cuento de hadas, con espíritu melancólico y solitario, a pesar de ser pequeña es una fuerte imagen, símbolo de la ciudad. Es una de las atracciones turísticas más grandes de la capital danesa y de toda Dinamarca.