Recorriendo Barcelona



Recorriendo Barcelona nos encontramos con un "Gatito" gigante, gordo y negro, una escultura famosa de Botero, que me encantó, me encantan los gatos y a pesar de su gran tamaño éste también me causa ternura; lamentablemente algún vago le pintó bigotes verdes ... no solo en Tiquicia hay "chapulines".

También pudimos caminar un poco y solo un poco, ya que es demasiado grande, en el 'Parc de la Ciutadella' (Parque de la Ciudadela), que al estilo de Botero se asemeja en lo gigantesco.

Según habíamos visto la información en Internet, este parque tiene más de 40 puntos de interés, así que habíamos seleccionado unos pocos; uno de ellos era una escultura famosa llamada 'La dama del Paraguas', sin embargo al llegar y empezar a recorrerlo, nos dimos cuenta que las distancias no eran tan pequeñas como parecían en el mapa, así que luego de caminar, caminar y caminar, desistimos de su búsqueda, y simplemente admiramos lo que íbamos teniendo al paso, hasta donde alcanzaron nuestras fuerzas.

Una de las bellezas que logramos admirar fue la fuente o cascada con el 'Carro de la Aurora' (de Rossend Nobas, 1899), que ciertamente nos encantó, fue diseñada por un profesor de Gaudí, quien al parecer colaboró como ayudante en esta obra. Tan grande que solo pudimos fotografiarla en toma panorámica.



En la Rambla, ingresamos el famoso 'Mercat de Sant Josep' mejor conocido como Mercado de la Boquería, uno de los sitios más turísticos de la ciudad y más fotografiado. Su orden es increíble, ya sea fruta o verdura, carne y pescado, todo tiene un orden supremo, acomodado en una forma tal que salta a la vista y el deseo de una fotografía es inevitable, y todos los puestos lucen ordenados (y son más de 300). Por mi parte elegí un puesto de dulces, chocolates y semillas, para la foto del recuerdo. Según nos dijeron, es el mercado más grande de toda España y con más afluencia de turismo.

También dimos una vuelta por el barrio gótico, con su arquitectura tan particular. Y no podía faltar probar algo nuevo, comida marroquí: un delicioso falafel, que es una croqueta de garbanzos con perejil y ajo. Era algo así como un cono gigante, que se podía rellenar estilo bufet, de lo que guste, con vegetales y carnes. Definitivamente lo incluimos en la lista de comidas favoritas.



Almorzamos en la Rambla del Mar (en el Muelle Espanya), compartiendo el pan con las gaviotas y pelícanos que revoloteaban sobre el agua en busca de peces, en un día gris, nublado y fresco, pero aún así ... un día de provecho para conocer la ciudad.





Luego de comprar algunos recuerdos en L'acuarium del mall Maremagnum (me encanta el sonido de esta palabra: Maremagnum), la Torre de Colón nos indicó dónde está América. Hacia ¡allá!:



Pili compró una gran serpiente (de tela) para su sobrina, lo cual me parecía locura; yo pensaba que iba a llenar su maleta solo con eso pero ella estaba muy feliz porque imaginaba la cara de Eva cuando la recibiera... cambié de opinión, ya no lo veía loco.

Conocimos una hermosa obra arquitectónica y hay un libro que lleva su nombre, la Catedral del Mar.