Mataró - Barcelona

Martes 10 de Octubre 2006.
Primer día en Barcelona.


Llegamos cerca del medio día al aeropuerto de Barcelona, donde nos esperaba Gil, un amigo de Caro (hermana de Pili, con quien viajamos), que amablemente nos va a hospedar. Es muy bueno saber que vamos a estar con alguien conocido y en una casa, ya es nuestra tercer semana de viaje, sexta ciudad que visitamos, y nos vamos cansando de los hosteles y la comida de "mochileros" (del supermercado).

Tomamos el tren camino a nuestro destino: Mataró, un municipio español junto al Mar Mediterráneo, que fue lo primero que disfrutamos de Cataluña, en un fresco, hermoso y claro día.

Debemos esperar hasta llegar a la última estación, lo cual nos facilita las cosas, ya que el resto de los días debemos regresar solas... sin extraviarnos.

Tratamos también de ir aprendiendo el camino entre la estación y la casa, pero nos entretuvimos haciendo unas compras y perdimos nuestra concentración en la ruta.

Gil y Rino, su compañero, nos recibieron con un almuerzo espectacular, simplemente exquisito... justo mi punto sobre la comida... ¿cómo compararlo con un sándwich?, hasta ¡ensalada!, que mi paladar llevaba todo el viaje sin probar, además de pan casero, quesito y vinito. Sin palabras.

Luego de descansar un poco, salimos a conocer el centro de Mataró e intentar de nuevo aprender la ruta hacia el tren. De nuevo, como en todo el viaje a excepción de París, faltan fotos; no tenemos fotos de este día, por un lamentable robo posterior al partir hacia Madrid.

Aún así, los mejores recuerdos no se borran, permanecen en la memoria de quien los vive.

La pasamos muy bien y de verdad que fue toda una sensación de comodidad estar hospedadas en una casa. También tuvimos cena y mañana prepararemos nuestro propio desayuno típico "a lo tico" con café y gallopinto con Salsa Lizano. De hecho le llevábamos Café Britt y Salsa Lizano (productos muy ticos) a Gil, quien es costarricense y tiene muchos años de vivir en Barcelona.