El pueblo libre de Cristiania



Freetown Christiania tiene un aire bohemio, colores llamativos y se camina con gran expectativa por sus vecindarios sin autos. Lo recorrimos sin la seguridad de saber que buscar pero pronto encontramos lo que hay, ventas callejeras estilo mercado, con artesanías, ropa, música, arte y murales con mucho colorido.


Hay rótulos que advierten la prohibición de tomar fotos, así que tomamos muy pocas. Luego supimos que el asunto se trata más bien sobre la venta de marihuana y otras drogas, que aunque ilegales en Dinamarca, sí se consiguen en Cristiania y por tanto puede una verse en problemas si filma o fotografía algún traficante o transacción ilegitima. Por la seguridad propia es mejor evitarlo o preguntar antes, si se trata de algún artículo de comercio legal, por ejemplo.

Una publicación compartida de Helen Bogantes (@helenbogantes) el

Se autoproclamaron autónomos y surgieron desde principios de los años 70, cuando un grupo de hippies (muy propio de la época) decidió ocupar el espacio de unas barracas militares abandonadas y vivir sin las normas regulares de la sociedad, es decir, bajo sus propias reglas sociales, sin importar las imposiciones del gobierno danés. Lo más curioso es que siguen ahí. Ha sido conflictivo pero ha seguido siendo una comunidad autónoma por más de 40 años.

Aunque tiene menos de mil habitantes se hacen sentir y son un punto turístico importante en la ciudad de Copenhague. Ya verás, si vas no querrás perdértelo. Son un caso interesante.