Templo del Cielo



El Templo del Cielo, es uno de los lugares más emblemáticos de Pekín (Beijing) y de China, además es Patrimonio de la Humanidad. Está ahí desde 1420, con solo eso ya me impresiona, pero como todo en estos lares de la tierra es muy antiguo y con gran historia.



Este templo fue utilizado por la dinastía Ming y la Qing, como recinto sagrado, de los más relevantes y el más grande en su tipo. En primavera aquí venía el emperador para solicitar al dios Cielo que las cosechas de los cultivos agrícolas fueran buenas, lo cual incluía pedir por las lluvias y en otoño se agradecía por los frutos recogidos. Se usaba anualmente, el día de los solsticios, de verano e invierno, para ofrecer tales ritos y adoraciones.  


Salón de Oración por las Buenas Cosechas

Salí de la estación del metro, sin saber hacia dónde caminar. Llevaba escrito en un trozo de papel el nombre del Templo del Cielo, gracias a la recepcionista del hostel, a quien le había pedido el favor de escribirlo en mandarín y amablemente me ayudó. Mostré el papel a las primeras personas que encontré en la acera, unos señores que al parecer vendían algo aunque no supe qué.

Seguí la dirección que indicaron sus manos y que apuntaban con su dedo índice. Incliné mi cabeza en señal de agradecimiento y dije gracias, en español, ya que de todas formas no me entendían en inglés, así que imaginé que daba igual, el asunto era agradecer. Pronto encontré una entrada que supuse era el lugar correcto, ya que sabía que se ubicaba muy cerca. Así fue. Pagué la entrada (unos 30 yuanes) y entré.

Corredor Largo, muy concurrido

Al ingresar, por la Puerta Este, me encontré con un largo y ancho corredor que estaba lleno de gente, en su mayoría muy mayor, disfrutando juegos de mesas, tablero o damas chinas, cartas, conversando y fumando (tristemente muy común), otros tocando algún instrumento, vendiendo algún souvenir y hasta practicando taichi.  

Es techado con maderas decoradas en colores azules y verdes con columnas rojas, con los diseños comunes para mí en la arquitectura china. Cuando el templo era utilizado en el tiempo imperial, en este corredor se colocaban las ofrendas que el emperador ofrecía a los dioses.

Gran colorido y muchos detalles

Según la religión confucionista, el emperador intermediaba entre el cielo y la tierra; de ahí la importancia del templo y las ceremonias que se realizaban.

Luego hay un edificio circular, al que llegué de inmediato luego del corredor largo, el Salón de Oración por la Buena Cosecha. Tiene un techo triple, coronado con una bola dorada. Es el más representativo del complejo, es muy hermoso y es todo un símbolo de la ciudad. Incluso su fotografía viene en la caja de té verde que consumo usualmente, comprado en mi país pero importado desde China. Mide casi 40 metros de altura y su diámetro es de más de 30 metros. Fue destruido por el fuego y reconstruido en 1900, aún así sigue siendo muy antiguo. 

En su interior hay una gran cantidad de columnas o pilares, muy gruesos, también en tres niveles, con significados muy específicos, 4 por las estaciones del año, 12 por los meses y otras 12 por las horas del día, 28 en total. Su color es azul, ya que simboliza el cielo.

Piedra grabada en los escalones Danbi

Está rodeado de terrazas de mármol, también triplicadas, por lo que sobresale aún más. Estas terrazas y sus escalones, son embellecidos con grandes bloques de piedra gravada, en tres partes, con gran simbolismo: dragones, fénixs y nubes, sobre montañas y mares.

Anexo Este Anexo Oeste

En la gran explanada cuadrada sobre la que se erige el Salón, hay otros salones de forma rectangular, llamados Anexos, uno al este y otro al oeste. En uno de ellos se sitúa un museo, muy interesante, con objetos utilizados en las ceremonias, como vasijas, pequeños contenedores de bronce para alimentos, vino, granos, vegetales, frutas, platos y vasos de porcelana. Así como el Salón Imperial del Cielo o Altar de Oración por los Granos.

Salón Imperial del Cielo o Altar de Oración por los Granos

Todo esto, lo cual me pareció enorme en proporciones, debe ser como una tercera parte del total del Templo del Cielo. Mientras disfruto de un pálido atardecer en esta visita, imperdible en la capital china.

Atardece en el Templo del Cielo