Las combinaciones más extrañas y deliciosas de helados, de hecho ¡buenísimas!, las probé en Rieneck, un pueblo en Bavaria, Alemania.
Al principio no estaba muy convencida y sonaban bastante alocadas las descripciones. Aunque el menú estaban en alemán, algo se lograba entender por su similitud en algunas palabras al inglés y si no, a preguntar.
Fuimos al lugar por recomendación de algunos conocidos, que llevaban tiempo en el pueblo y hablaban maravillas de estas mezclas especiales de helados.
El costo no era el factor de decisión, ya que todos tenían el mismo precio, 1.9 euros.
Y bueno, les cuento algunas de las opciones, para que tengan una idea más amplia de la situación ante la que estaba.
Sabores de helado:
- Vainilla amarilla con fruta en salsa de curry.
- "Sorpresa" con aceite de semilla de calabaza y hilos de chile.
- Vainilla "Granjeros" con tocino asado.
- Chocolate caliente con rábano picante.
- Arcoíris en salsa de kiwi picante con mango.
- Chocolate "St. Barth" con coco y chile.
- Limón con Curazao azul.
- Nuez negra y blanca con aceite balsámico.
- Nuez "Bavaria" con glaseado de cerveza de malta
- Nuez "Thai" con jengibre.
- Crema agria "Jardín" con brócoli.
- Crema agria "Griega" con queso feta.
- Fresas con especies orientales.
- Vainilla salada con aceite de oliva.
- Perejil y banano.
Al final me decidí por Limón "Jardín Fresco" con berro, que sabía muy bien y también probé el de tocino, que estaba muy bueno.
Éste es uno de esos momentos en el que lo excéntrico viene bien.