París encantador... desde la Torre Eiffel


Subimos caminando la Torre Eiffel desde la planta baja por los escalones y pronto descubrimos que los rótulos de historia y fotos en cada vuelta de escalera servían para descansar, y los aprovechamos. 

La vista es muy buena, ya que se ve todo por todo lado. Claro, el viento también es muy bueno, no me quiero imaginar en el invierno; estábamos en otoño y la temperatura era de unos 16º C, buen clima para nuestro gusto.

En el primer piso todo se ve cercano, las fotos tienen definitivamente otra perspectiva que más arriba, donde se aprecia más distante. Acá encontramos paneles de información, un pedazo de la escalera de caracol que Gustavo Eiffel usaba para subir a su despacho, la tienda de souvenirs, un restaurante (al cual no entramos), un bufet para snacks (que no probamos), un salón de recepciones (que no imaginamos el precio del alquiler) y unas hermosas vistas, que disfrutamos un montón, tomamos fotografías en todas direcciones y tratamos de buscar algunos sitios icónicos, como el Arco del Triunfo y el Museo de Louvre, por ejemplo.

Vista a Los Inválidos
Champ de Mars (El Campo de Marte)
Para subir al segundo piso solo es posible en el ascensor, así que ya nos olvidábamos de las escaleras que tan buenas piernas nos estaban moldeando.

Ahí encontramos más restaurantes (a donde tampoco entramos) y una encantadora vista de 360°, además de muchos souvenirs.


Vista al Campo de Marte
El Palacio de Chaillot
Vista al río Siena
Las tiendas de souvenirs tienen una infinidad de cosas antojables, pero todo era bastante caro para nuestro presupuesto (como todo en Europa para nuestros colones convertidos en euros), así que me encantó el llaverito de la Torre por tan solo 2€ y felizmente lo compré.

Solo que al bajar nos dimos cuenta que en los puestos de las aceras y con la gente que anda vendiendo en la calle, también los vendían y costaban 1€. Pili y Vic se rieron mucho de mí, pero 'el que ríe a lo último ríe mejor' dice el refrán, porque ellas compraron una Torre divina que se iluminaba, en 6€ cada una que luego las vimos en 3€ (al menos yo perdí solo 1€). Y mi llavero dice "París", mientras los que venden en la calle no lo dice y el peso es inferior, por lo que a mi criterio, son de diferente calidad.

Luego del paseo a la Torre, nos fuimos a buscar la agencia que habíamos ubicado cerca del hostel para comprar el tiquete de tren entre París y Venecia, nuestra siguiente escala. 

Fue lo único que no logramos reservar por adelantado, no se vendían los tiquetes de tren en Internet. Casi entramos en shock al descubrir que ya no habían tikes disponibles (así nos suena la palabra en francés), por lo que nos dirigimos luego a la Gard du Nord (la estación más grande) y encontramos tren de París a Milán y luego de Milán a Venecia, así lo hicimos.

La Torre Eiffel es lo primordial al estar en París, no dejes de visitarla.