Las Grutas Vaticanas


Luego de subir a la Cúpula de la Basílica, continuamos la visita hacia abajo ... al sótano ... a las grutas donde se encuentran las tumbas de los Papas y algunos santos.

El lugar que más destaca es el sepulcro del apóstol Pedro (obviamente, digo, es Su basílica) y me parece tan increíble poder ver su tumba, sentir en carne propia el simbolismo de su legado; es decir, Pedro vivió hace  2.000 años ... junto al mismo Jesús, quien le encargó su iglesia y con ella también la evangelización del mundo. Y literalmente se edificó la Iglesia sobre esa "piedra".

Y ahí estábamos nosotras ... de pie frente a su tumba, admirándola, presenciándola ... es admirable para cualquiera pero en especial para nosotras como creyentes católicas.

Aún así, la mayor emotividad se la llevó Juan Pablo II, aunque no nos quedaron fotos de su ataúd, que en ese momento estaba expuesto (cerrado pero expuesto, ahora ya tiene su tumba), si nos quedó su recuerdo.

Y lo recuerdo como un momento muy especial, para mí tenía una "sensación" diferente a todas las demás tumbas, sentí algo así como una especie de aura ante su presencia, mis lágrimas quisieron brotar sin ninguna razón aparente, la gente se arrodillaba en su presencia y tomaban con gran paciencia su adoración.

Fue un Papa con mucho carisma que se ganó la simpatía de mucha gente en todo el mundo y yo lo tengo muy presente, ya que además de ser hasta su muerte el único Papa que para mí había existido, también lo recuerdo con gran emotividad en la visita que hizo a mi país, Costa Rica, en 1983, cuando yo era niña.

Si vas al Vaticano, no te pierdas la visita a las grutas.