El día en que me perdí en El Vaticano


Según yo, solo nos separamos ... según Pili y Vic, me perdieron ... que problema. Lo siento mucho amigas.

Me sentía muy emocionada por ir a conocer la archifamosa Capilla Sixtina, no tenía la más mínima idea de cómo era y tenía muchas ganas de resolverlo.

Al ir terminando de ver las tumbas de los Papas salí primero y esperé a que aparecieran las chicas, pero por alguna razón que desconozco (aún no lo sé) salía mucha gente pero ellas no; me devolví un poco y noté que ya venían, así que seguí caminando ... hacia la entrada de los Museos del Vaticano, nuestra siguiente visita, para conocer al fin la Sixtina.

Sabía que la fila para ingresar era grande, un par de días atrás habíamos estado por acá y era muy larga, hoy al llegar estaba similar, así que me apresuré a hacer fila, para "guardar" el espacio mientras llegaban Pili y Vic ... pero nunca aparecieron.

Efectivamente había muchísima gente haciendo fila, me incorporé y de inmediato llegó mucha más gente detrás de mí. Constantemente examinaba a las personas hacia atrás, para verificar si mis amigas estaban por ahí, pero nada. Pensé en esperar un poco ... "tienen que llegar" me decía a mi misma ... "la Capilla Sixtina era nuestra siguiente visita", yo suponía que llegarían eventualmente, he ahí mi error.

De pronto ya había demasiadas personas detrás y yo no quería perder mi lugar, así que me quedé ahí, suponía que como ellas eran dos, en algún momento una quedaría al final de la fila y la otra iría a buscarme (y me encontraría más adelante) pero de nuevo, suponer fue un error. Hice fila por más de una hora y nunca llegaron, ingresé y no quise distraerme, busqué directamente lo que desea ver, la Capilla Sixtina, ahí las esperaría, de nuevo supuse que llegarían y de nuevo me equivoqué.

Contemplé con gran asombro el famoso techo de la Capilla, bastante incómodo debo confesar, mi cuello reclamaba constantemente la posición, caminé por todas partes y al final busqué un asiento (algo difícil de encontrar) para seguir observando la obra maestra de Miguel Ángel, estaba ubicada cerca de la puerta de salida, para asegurarme de en algún momento ver a Vic o a Pili, pero no fue así.

El lugar estaba repleto de gente, caminando y mirando hacia arriba, intentando tomar fotos mientras un guarda que circulaba el lugar decía repetidamente "No foto ... no foto", por un momento me recordó la visita a la Mona Lisa en el Museo de Louvre.

Y bueno, de todas formas no es posible tomar una sola foto, es demasiado grande, cuatro paredes y un super techo, es verdaderamente increíble, además cada pintura tiene una historia que contar.

Creo que es mejor verlo primero en Internet, Vaticano.va tiene una buena sección con vista 360° de la Capilla, para luego poder comprender cada parte, al verlo con sus propios ojos.

Estuve por ahí casi una hora, mis amigas mientras tanto, según me enteré después, me daban por perdida y me buscaban con algo de desesperación. Intentaron hablar con la Guardia Suiza pero les fue un poco difícil, ya que hablaban alemán suizo. La policía no hace nada si no han pasado más de 24 horas de la desaparición. Hasta se subieron en el Obelisco, centro de la Plaza de San Pedro. Su mayor preocupación era que al día siguiente debíamos partir hacia Barcelona ... ¿y si yo no aparecía? ... ¿qué iban a hacer?


Cosa curiosa ... que yo cargaba nuestro almuerzo ese día, en buena hora para mi; luego de la Sixtina me senté por ahí, cerca de la pasada entre la Basílica y la acera que lleva a la entrada de los Museos, en caso de verlas ... pero no fue el caso.

Nos encontramos hasta ya el final de la noche en la habitación del hostel ... grato momento ... amargo rato. No tenía idea que les había causado tanto dolor, lo importante fue que estábamos de nuevo juntas, con la promesa de no volver a separarnos durante nuestros recorridos.

¡Tamaño susto!