Notre Dame



Notre Dame, ícono de París, otra de las paradas obligatorias.

Fuimos allá luego de conocer la Torre Eiffel, primera parada obligatoria de la ciudad. Y bueno, ya iba siendo la hora de almorzar y como no encontramos ningún supermercado cerca (teníamos fríamente calculado comprar así toda nuestra comida), compramos un sándwich en un restaurante.

De mala suerte para mí que no pronunciamos bien "pollo" y el señor entendió "pescado", el cual no me gustaba mucho, pero bueno, no tenía tanto sabor a pescado, así que me lo comí, con ¡papas a la francesa! claro está. Eso pasa cuando intentas hablar francés sin éxito, o más bien, tratas de decir alguna palabra.

Ahí descubrimos que es cierta la idea que se tiene de los franceses, que solo hablan francés o lo prefieren y que no les gusta hablar inglés aunque lo sepan o lo entiendan.

Bueno, ya en la catedral de Notre Dame... vimos que también es muy grande pero no tan alta como la Torre. Tiene mucho detalle, increíble arquitectura, aunque no subimos a las torres (y por lo tanto no vimos al Jorobado, je,je,je) la iglesia por dentro es muy interesante.


Su famoso estilo es gótico y descubrí que las gárgolas no van conmigo. Tardamos un buen rato observando todo por dentro, los vitrales, el techo, las capillas, altar, etc., y por fuera, que hasta la puerta de entrada es impresionante.

Aunque ya un poco agotadas de caminar, seguimos nuestra ruta al Museo de Historia Natural, paseando junto al Siena, para ver una exhibición de Dragones que Pili no se quería perder y que por supuesto tenía todos los detalles por Internet desde hacía tiempo. 



En el mapa se veía cerca pero que va, nos costó bastante llegar y Vic y yo estuvimos a punto de quedarnos en los jardines de la entrada al museo (Jardín Des Plantes), que estaba hermoso pero parecía que iba a llover, por lo que desistimos que quedarnos ahí sentadas.

Al final salimos un poco decepcionadas del museo, principalmente Pili, porque no era lo que esperaba. 

Nos entretuvimos viendo las ventas callejeras, libros, pinturas y otros objetos, bueno y cabe destacar que Pili se refrescó mucho la vista con el francés de los dibujos en lápiz, je, je, hasta le tomó una foto (nada disimulada la chiquita), lo digo para que no lo olvide.

En fin... luego a caminar de nuevo hasta la estación de metro más cercana, que no estaba tan cercana, para seguir recorriendo París.