Musée du Louvre










Ya en el Louvre, aunque la fila era grande y había mucho turista, ingresamos bastante rápido. Tomamos fotos en la Pirámide en la entrada principal, donde el panorama es realmente hermoso, y no podía faltar, para todos los seguidores de la Ruta del Código Da Vinci (hay un tour con ese nombre). Lo primero fue comprar un sandwich en la cafetería para desayunar, Pili mientras tanto compraba un libro sobre el Museo en la Tienda.

Con mapa en mano, en español (hay en muchos idiomas, eso es genial) y siguiendo los rótulos, primero lo primero, La Gioconda. Si has visitado el Louvre lo sabes, no debe faltar la visita a la Mona Lisa.

Estaba bastante lejos de la entrada pero la encontramos con facilidad, eso sí, había un tumulto de gente en el salón tratando de verla, es bien pequeña (cosa que yo desconocía), está solita en una pared bastante grande y cubierta con vidrio, aún así no es permitido tomar fotos, vaya decepción (pensé que el vidrio la podría proteger del daño que causan las cámaras), bueno todo mundo intenta tomarle una foto sin que lo pesquen, pero el pobre francés que la cuida constantemente gritaba "No fotó" y señalaba a los culpables muy enojado.
Pili optó por usar el zoom y tomarla desde la puerta, sobre las cabezas de la multitud, en fin, ahí estaba la famosa pintura. Nos consolamos tomándonos una foto en el banner que se encuentra afuera. Regis, el brasileño, logró un buen video, por cierto muy divertido, porque incluye al francés acercándose y gritando "No fotó".

Vimos otra obra, una escultura, muy muy antigua, la Victoria de Samatrocia, que parece una ángel que perdió la cabeza. Fue la punta de una embarcación.

Lo siguiente era la famosa Afrodita o Venus de Milo, la cual estaba al lado contrario, y Pili y Vic tuvieron la gran idea de ver todas las pinturas del pasillo en el que estábamos antes de pasar a la escultura, y como dijo el brasileño antes de abandonar nuestra compañía, "muy bonito pero muy repetitivo".

La verdad estaba un poco cansada y me moría de sueño, así que opté por adelantarme, ver todo rapidito y esperar a las “chiquillas” en alguna banca al final de los pasillos … durmiendo, je, je, ahí van a perdonar mi proceder los amantes del arte.

Luego de las pinturas francesas e italianas, pasamos a la Venus, muy antigua pero en muy buenas condiciones, igualmente llena de turistas y después vimos las antigüedades griegas y egipcias, para suerte de Pili ese día no se podía pasar junto a las momias, solo las vimos de lejos.

Buscar un baño y la salida nos tomó también algo de tiempo, al final ya con hambre, recorrimos todo el lado Denon y Sully en la primera planta, nos faltó una sección más de ese piso y 3 pisos más en todas las 3 secciones, así que tenemos bastante para la próxima visita, talvez en algunos años.

Compramos un sandwich en la cafetería y salimos a comer junto a la fuente en la plaza central, ya que adentro no habían mesas disponibles, para seguir recorriendo París.